Una de las figuras más icónicas del punk llegó a las siete décadas.Idas y vueltas de una cantante que tuvo muchas, pero muchas, reinvenciones.
B17. BARCELONA. 08/10/09.- La cantante alemana de rock Nina Hagen posa ante las cámaras momentos antes de la rueda de prensa en la que ha anunciado que el próximo viernes ofrecerá un concierto en Barcelona, el único que dará en España. EFE/Alberto Estévez BARCELONA cantante alemana de rock conferencia de prensa promocion concierto en Barcelona
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11/03/2025 06:00
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Cumple hoy, 11 de marzo. Dicen que sigue usando alfileres de gancho. Es un año más grande que el mismísimo sex pistol Johnny Rotten. La Biblia tiene textos en los que se afirma que cumplir 70 años es el límite de años que se puede alcanzar. En la década del ’80, cuando la conocimos, era fácil de confundir: Nina Hagen podía parecerse tanto a Boy George como a Rafaela Carrá.
Fue punk de cuando el punk, antes de desaparecer, era una mueca de Billy Idol y una industria textil con remeras de Sex Pistols. Producto de la Deutschland capitalista, Nina Hagen, nuestra grannie, demostró que envejecer siendo punk es posible.
El querido Pil Trafa, líder de Los Violadores, la banda de punk más conocida de nuestro país, nos contó que escuchaba a Gardel y que de ahí pasaba a la música celta y de Yugoslavia. “Un tipo de 50 años con esto de la punkitud queda un poco gagá. Aparte fue absorbido rápidamente: las compañías grandes ficharon a The Jam, los Sex Pistols, The Clash. Se lo comió el sistema. Lo absorbió. Que descanse en paz”.
Anibal Troilo vivió 60 años. El Polaco Goyeneche, 68. ¿Cuánto falta para que el punk sea más antiguo que el tango?
Feliz cumpleaños majestad del Reich ‘N Roll. ¿Si Nina ha sabido escupir ¡Claro! Una profesional. Salivación excesiva y un millón de mocos. Escupió y la escupieron. A continuación, algunas curiosidades (poco disruptivas), de la Santa Patrona del Gargajo.
Discreta, nunca. Nina Hagen fue una de las cantantes punks más famosas de los años ’80. Foto: EFE/Alberto Estévez BARCELONA cantante alemana de rock conferencia de prensa promocion concierto en Barcelona
Vegetariana, ecologista y religiosa
Buscando como romper esquemas, mientras clamaba aquello del “no future”, Nina un día se sorprendió respetando la vida. Entonces dejó de comer cochinillo de cerdo braseado con papas y se hizo al veganismo. Pensó que iba a ser rebelde hasta que supo que Pamela Anderson y Nequi Galotti tampoco comían carne. Entonces dijo un par de frases tremendas sobre el asesinato de vacas, repitió alguna frase de Morrissey logró que aparecieran un montón de dietéticas en Prenzlauer Berg.
Argentina 1985
Pionera del lenguaje inclusivo de los alemanes -hizo shows con señas-, en 1985 vino a la Argentina para participar de un festival en la cancha de Vélez. Un ágora inconmensurable en ese momento los estadios. La Hagen pateaba cabezas y rugía su contralto furioso. Cantaba cosas que sonaban a ¿El gato te molesta? ¡Descuartizalo!, pero lo hacía todo con una voz lírica, operística. Nuestros padres pensaban la confundían con orgasmos de María Callas. Los medios escribían: “Escupieron a Nina Hagen”. Y se confundían: “Nina no gustó”
Entre paréntesis, 1985 fue visto como el peor año para el pop. El ensayista Mark Fisher, en su libro K-Punk, lo tildó de “feria de segunda mano”. Y lo llamó el “el año de Live Aid y el comienzo de un tiempo de falsos consensos”.
Nina Hagen vino a la Srgetina en 1985, para cantar en el Festival Rock & Pop, en Vélez.
Cómo me hice rara
Tras el descomunal aporte del ex beatle George Harrison, el yoga llegó a oídos de innumerables figuras. Jennifer Aniston, Grecia Colmenares y Nina Hagen no se quedaron afuera. La teutona cumpleañera no habrá compuesto My Sweet Lord, pero sí grabó Om Namah Shivay, octavo álbum de estudio. Un martirio devocional hecho de mantras y oraciones. Ravi Shankar lo calificó con “dos budas”. Pero Nina, muchacha punk, no se detuvo y llamó Cosma Shiva Hagen a su hija.
Hagen fue cambiando de dioses con el correr del tiempo. Se identificó con el protestantismo, el hinduismo y el budismo. En 2009 se bautizó como cristiana protestante.
Comunismo al uso nostro
Su origen social indeterminado, más alguna ideología marxista (de Groucho), la ha llevado del Este al Oeste de Alemania. No bien pisó el lado Occidental consiguió un suculento contrato con la CBS. Antes de cantar mentiritas que sonaban a “vivir rápido, morir joven y dejar un cadáver bonito”, Hagen tuvo un grupo que se burlaba del estado comunista gris y estéril. Tan estéril la queja que ni siquiera estuvo prohibida por el Politburó.
Nina Hagen. Su canción «Du hast den Farbfilm vergessen» fue elegida por la canciller alemana Ángela Merkel, en 2021, para su último acto oficial en el poder.
I love Angela Merkel
Como pedirle alma a la NASA, su primer hit, Du hast den Farbfilm vergessen fue elegido por la canciller alemana, en 2021, para su último acto oficial en el poder. La canción es considerada un himno para sus compatriotas. Tenía razón Pil Trafa: “Al punk se lo comió el sistema”. Un ramo de rosas rojas y la música de Nina sellaron la despedida de la primera mujer en gobernar el país. Ah, un poco de feminismo. OK.
Algo sobre rock y drogas
Por los mismos años en que Andrés Calamaro decía que era un buen día para fumarse un porrito, Nina pidió públicamente la legalización del uso recreativo de drogas. Lo hizo en un programa de televisión donde antes habia fingido masturbarse en cámara. Luego trascendió que una ingesta de LSD le hizo ver a Dios y también intercambiar correspondencia con extraterrestres. Declaró: “Sobre el escenario yo soy yo, yo misma, pura energía extática.”
Abuela Nina
Seguramente haya mejores cosas que hacer, pero es deber tomar nota: Nina aparece en una película que versiona el cuento Blancanieves y los siete enanitos. En otro orden de cosas, cansada de los hombres, confesó un celibato titánico y dijo que no necesitaba presencia masculina en su vida. A veces se la puede ver cantando canciones de folk y góspel. Vive mayormente en París. Es abuela. Está retirada desde 2011.