Ni un dólar «controlado» ni un índice de precios «bajo control» alcanzan para generar confianza, reactivar la economía o ganar elecciones. A varios meses de haberse lanzado, la tercera fase del plan económico del Gobierno comienza a mostrar fuertes grietas: la actividad permanece estancada, los puestos de trabajo caen y el dólar se acerca peligrosamente al techo de la banda cambiaria.

Un modelo ya conocido

Más allá de los discursos oficiales cargados de autoelogios, el programa económico actual repite un esquema ya transitado en la Argentina: el de la valorización financiera. Así lo señala un informe reciente de FLACSO, que advierte que este tipo de procesos —implementados durante la última dictadura cívico-militar, en el menemismo con la convertibilidad y en la gestión de Cambiemos— terminan generando inestabilidad, crisis recurrentes, destrucción del empleo y retrocesos en la distribución del ingreso.

«Todo proceso de valorización financiera es en sí mismo inestable y conlleva profundas y regresivas transformaciones en la estructura productiva y en la distribución del ingreso», sostiene el documento, al tiempo que vincula directamente estos fenómenos con la pérdida de empleos.

Empleo en retroceso

Los datos oficiales confirman la tendencia negativa. Según la Secretaría de Trabajo, en junio y julio se perdieron 12.510 puestos formales en el sector privado, lo que representa una caída del 0,2% respecto de diciembre de 2024. Si se toma como referencia noviembre de 2023, la reducción acumulada asciende a 189.609 asalariados registrados.

La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) ratifica la contracción: tras un breve repunte a fines de 2024, la primera mitad de 2025 mostró fluctuaciones sin cambios de fondo, manteniendo el empleo en niveles similares a los de diciembre pasado.

En contraste, el trabajo independiente subió un 0,3% en junio, empujado por el aumento de monotributistas, aunque con retrocesos en autónomos y monotributo social. El empleo público, por su parte, sumó 7.824 puestos en el mismo mes, aunque en la comparación interanual aún muestra una pérdida de 65.024 trabajadores.

El golpe en la provincia de Buenos Aires

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizó el mercado laboral bonaerense desde noviembre de 2023 hasta mayo de 2025. El estudio refleja una contracción de 4.049 empleadores con trabajadores registrados y una pérdida de 82.300 empleos formales en ese período. Los sectores más golpeados fueron la Construcción (‒25.628 puestos), la Industria Manufacturera (‒22.104), la Administración Pública (‒16.786) y el Transporte y Almacenamiento (‒14.633).

Este deterioro se dio en paralelo al triunfo de Fuerza Patria en la provincia, un dato político que algunos analistas vinculan con la caída del empleo y la pérdida de poder adquisitivo.

Un panorama sombrío

«En junio el sector privado registrado tuvo la peor caída mensual desde el primer trimestre de 2024», señaló Luis Campos, investigador de la CTA-Autónoma, en un análisis publicado en la red X. Campos advirtió que, aunque el sector público compensó parcialmente, el empleo formal continúa estancado: «Estamos en niveles similares a los de hace 10 años. Llamarlo década perdida es poco».

Su conclusión sintetiza el clima actual: mientras la atención oficial sigue enfocada en las variables financieras —dólar, inflación y deuda—, la economía real no muestra señales de reactivación. «Por ahora no se vislumbra qué sectores podrían traccionar el empleo, si es que en algún momento arranca», remató el especialista.