Tiene 27 años, nació en un pueblo del noroeste de la provincia de Córdoba, proviene de una familia humilde y demostró que con esfuerzo y dedicación los sueños se cumplen.
Desde pequeña se formó como modelo y actriz y hoy en día es empleada estatal, con una fuerte vocación de servicio brindando apoyo a la comunidad. «Mi sueño de pequeña siempre fue ser modelo y actriz, pero con el tiempo mis objetivos fueron cambiando. En el 2019 entre a la escuela de modelaje de Kremlin, la cual fue una experiencia hermosa.» expresó Lila a la prensa y cuenta que siempre trata de estar disponible para dar una ayuda a quien lo necesite.
La joven además de disfrutar de su vocación, es fanática del entrenamiento físico que forma parte de su vida y su rutina diaria. Adora pasar tiempo con su familia y sus mascotas, que la acompañar en todo momento, ella proviene de una familia humilde y con constancia y pudo salir adelante. «En lo profundo de mi corazón se que cosas hermosas van a llegar, porque cuando uno sabe lo que se merece no se conforma y le mete pilas a todo lo que hace, con amor y siempre con una sonrisa.»
Fiel a sus creencias, desde muy pequeña Lila asegura que Dios influye constantemente en su vida. «Creo en Dios, se que siempre me acompaña en cada paso que doy, lo puedo sentir.» Es emprendedora y está dispuesta a cada día cumplir sus objetivos, quienes la conocen saben que siempre está dispuesta a dar una palabra de aliento.
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