Aunque la desocupación se mantuvo en 7,6% en el segundo trimestre de 2025, analistas alertan que el freno económico y la recesión que comenzó en agosto podrían disparar un deterioro del mercado laboral.

El problema central no pasa tanto por la cantidad de puestos, sino por su calidad: la informalidad ya alcanza al 43,2% de los ocupados, con un fuerte crecimiento del cuentapropismo precario y los trabajos en plataformas. En un año, más de 220.000 personas pasaron a engrosar el empleo no registrado.
“Hoy el mercado laboral ajusta por calidad, no por cantidad”, señaló el investigador Luis Campos. Según Jorge Colina (Idesa), el desempleo subirá, pero el impacto se canalizará sobre todo en la informalidad.
Los sectores más golpeados son la industria y la construcción, actividades intensivas en empleo, mientras que comercio, gastronomía y transporte funcionan como refugio para trabajos precarios.
Para el economista Matías Maito, “lo peor en materia laboral está por venir”, ya que los datos del tercer trimestre reflejarán con mayor crudeza la caída de la actividad.